Encontrando a Silvia

Si habéis leído Buscando a Silvia seguro que os ha pasado lo mismo que a mí. Las ganas de saber cómo continúa la historia hacen imposible intercalar ningún otro libro entre éste y el siguiente, Encontrando a Silvia. Hoy os dejaré mis impresiones sobre esta segunda y última parte. Como os comentaba, es una serie muy entretenida y amena y lo cierto es que me enganchó muchísimo, tanto como la anterior, la protagonizada por Valeria.

Como ya imaginaréis, en cuanto terminé el primero me puse con este segundo y tened por seguro que si hubiera existido un tercero, me habría hecho con él de inmediato porque esta escritora tiene el don de hacer que te metas en la trama como si te estuvieran contando la historia de una amiga y quieres saber qué va a ocurrir a continuación.

Estamos ante una novela que hará las delicias de todas las amantes del género, pues además de lo que siempre se puede encontrar en el chick lit, encontraremos humor, sexo y unos personajes a los que sí o sí, se les toma mucho cariño.

Sin más preámbulos, vamos con el análisis en sí.

Encontrando a Silvia: Argumento

Como siempre ocurre al hablar de una segunda parte, es complicado ponerse en antecedentes porque eso, con mucha probabilidad, desvelará algún acontecimiento de lo que ocurre en la primera parte, así que creo que lo mejor será que os saltéis esta parte si tenéis intención de leer la saga porque así será la única manera de que os acerquéis a las novelas sabiendo solo lo justo.

Pues bien, en la primera parte Silvia hizo un viaje a Estados Unidos para pasar unos días con Gabriel y así desintoxicarse un poco de la relación con Álvaro. Allí pasaron una serie de cosas que no os desvelaré, que hicieron que tanto Silvia como Gabriel estuvieran muy unidos.

Se forja entre ellos una simiente que hará que esa relación de amistad sea algo más, amor con todas las letras, pero aún no saben si es un amor de pareja o un amor de amigos…

Así las cosas, y tras los acontecimientos de los que no quiero hablaros, Silvia decide dejar su trabajo en Madrid y aceptar la oferta que le hizo Gabriel, de modo que se marcha a vivir a Los Ángeles para ser algo así como su personal assistant.

Todo parece ir sobre ruedas hasta que comienza la gira que le llevará por todo el país… Todos sus miedos en cuanto a posibles recaídas en el mundo de la droga por parte de Gabriel, estarán sobre la mesa…

Y hasta aquí os contaré, que creo que ya he dicho más cosas de las que debería…

Personajes

Como ya habréis adivinado en esta segunda parte, nuestra protagonista absoluta sigue siendo Silvia, una treintañera con pelo de ardilla (como ella misma dice), mona, resultona, divertida y un poco kamikaze emocional, pero desde las primeras páginas la cogeremos mucho cariño porque, aunque llevado al extremo, creo que muchas de las cosas que hace, siente y padece, nos han pasado a cualquiera de nosotras, lectoras, lo que hace que sea muy sencillo sentirse identificada con algunas cosas.

Está un poco loca, pero quizás ahí radica parte de su encanto y por ello, su personalidad da tanto juego. Es muy desinhibida y va a por lo que quiere sin pensar demasiado en las consecuencias.

Gracias a su historia con Álvaro la veremos en las diferentes vertientes sentimentales, y así, la veremos feliz, ilusionada y enamorada pero también la veremos sumida en la desesperación, el llanto y la amargura propias del desamor. Por estos sentimientos es por los que digo que es sencillo sentirse identificada con ella, porque seguro que todas nos hemos sentido así muchas veces, felices pero también tristes y creo que la autora es capaz de hacer que sintamos eso como nuestro, lo que denota que se le da genial lo de describir estados de ánimo.

Ahora en esta segunda parte, con Gabriel veremos otras facetas de Silvia, de nuevo enamorada pero también preocupada, inquieta, queriendo confiar pero sin hacerlo del todo, y después, queriendo rehacerse sin saber muy bien ni como empezar.

Álvaro es su ex, pero también es su jefe. Es guapísimo, atractivo y tiene mucho gancho, aunque también tiene un carácter complicado quizás por provenir de una familia peculiar pero eso no explica que esté totalmente cerrado emocionalmente hablando. Para él, todo se soluciona con sexo y Silvia y él lo tuvieron pero ella tiene claro ahora que él no puede formar parte ya de su vida.

Quizá demasiado tarde es capaz de decirle lo que siente por ella, pero cuando Silvia decide marcharse él se promete a sí mismo escribirla al menos, una vez por semana, y la promete coger un avión e irse a por ella en cuanto tenga la más mínima duda de si está haciendo lo correcto o de si quiere volver a su vida en Madrid.

Gabriel es un cantante americano de padre escocés y madre española, atractivo y acostumbrado a hacer lo que quiere, con un pasado plagado de excesos pero también muy vulnerable. Tras muchas conversaciones, consigue que Silvia lo deje todo y se vaya a trabajar con él. Comparten casa y trabajo y de esta manera, entre ellos se va forjando una relación diferente, con ilusión pero también con miedo, un miedo a volver a dañar y a ser dañado, pero en su caso sobre todo, un miedo a que el amor de Silvia no sea suficiente para mantenerle alejado de las drogas y los excesos que tuvo.

Si en la primera parte nos enamoramos de él, en esta segunda sufriremos mucho. Es fácil verle como un enfermo pero también pensar en cómo se está portando y el dolor que sus actos pueden llegar a producir… Sin embargo, y como ya imaginaréis, no podemos dejar de sentir alto muy especial.

Estos tres son los personajes principales y aunque es de Silvia de la que más sabremos y a la que más llegaremos a conocer, todos ellos están perfectamente dibujados y tendremos la sensación de que son nuestros amigos de toda la vida. Esto es algo que siempre me gusta porque hace que me meta más en la propia trama de la novela.

Opinión y conclusión

Cuando acabé la primera parte de esta saga tuve claro que quería hacerme con la segunda. El libro es tan absorbente que en cuanto comencé a leerlo sabía que no podría leer otra cosa hasta que no supiera cómo iba a terminar. He de reconocer que tenía mis sospechas porque normalmente, el chick lit suele dar unos finales felices, o al menos, agradables, pero en esta ocasión cabía una doble vertiente que me tenía en un sinvivir.

Disfruté mucho con la saga de Valeria y sabía que si esta nueva saga de Silvia estaba tan bien como aquélla, me haría pasar un rato de lo más agradable. Así ha sido y una vez más, me he enganchado a la historia que nos presenta la autora.

Como ya habréis imaginado a la vista de mi valoración y de todo lo que he ido exponiendo a lo largo de toda mi reseña, es una novela que me ha resultado de lo más entretenida, divertida y simpática. Chick lit en estado puro. Sé que a muchos ese apelativo os echará para atrás pero para mí es todo un aliciente cuando busco literatura de evasión, que me haga pasar un rato agradable y con la que pueda sentirme identificada con lo que en ella nos cuentan.

La autora tiene un estilo muy fresco, desenfadado y alegre, lo que hace que quieras seguir avanzando en su lectura mucho más.

Me han gustado mucho los toques de humor que tiene la novela, las situaciones a las que se enfrenta Silvia en algunos momentos, y como no podía ser de otra forma, el ingrediente tan de moda del erotismo no podía faltar. Está tratado de una forma más elegante que en otras novelas pero podremos encontrar sexo tanto en conversaciones como en escenas más o menos románticas. Me gusta como trata estas escenas porque utiliza el mismo lenguaje que se puede emplear cuando hablas con amigas, es decir, que en todo momento me ha dado la sensación de que una amiga me estaba contando sus peripecias.

Esta segunda parte toca además, un tema que a priori, puede ser más peliagudo, pero que también le aporta a la historia algo más. No se centra, por tanto, solo en la propia relación intepersonal sino que ahonda en un problema que hace que nos planteemos qué haríamos nosotros ante esa situación. He de reconocer que ha habido capítulos en los que hubiera querido saltar entre las páginas y decirle a Silvia que espabilara un poco… menos mal que luego es capaz de tomar las riendas de su vida de nuevo, que si no…

Como veis, todo son ventajas. Si os gusta el chick lit, y disfrutasteis con el fenómeno Valeria, creo que no os podéis perder ahora las peripecias de Silvia porque os harán disfrutar tanto como las primeras, aunque eso sí, de un modo más concentrado porque en esta ocasión, son solo dos novelas y ya están ambas publicadas así que no tendréis que esperar a que salgan a la venta.

Creo que estamos ante una autora que tiene mucho que contar, que las novelas de Valeria no fueron solo cuestión de suerte y que con estas nuevas entregas sabe volver a enganchar al lector así que espero que siga escribiendo muchas más porque desde luego, conmigo ha encontrado una seguidora fiel.

En fin, que para mí son dos novelas de lo más recomendables, que os harán pasar un rato muy agradable.