Warning: call_user_func_array() expects parameter 1 to be a valid callback, function 'pluto_scripts' not found or invalid function name in /home/aadgglv/unlibroaldia/wp-includes/class-wp-hook.php on line 287

La conspiración


Notice: Undefined variable: post_id in /home/aadgglv/unlibroaldia/wp-content/themes/generatepress child/content-single.php on line 52

Dan Brown ha pasado a formar parte del selecto club de aquellos que pueden considerarse escritores de best-sellers, o lo que es lo mismo, de los que pueden presumir de haberse hecho ricos con su capacidad para la escritura de novelas. Como ya hicieran en su momento Stephen King, Umberto Eco, Paulo Coelho, Frederick Forsyth y otros muchos, la base para obtener este logro ha pasado por descubrirse al mundo con un título de gran éxito, para después dejarse llevar por la corriente del triunfo y arrastrar a sus lectores hacia el resto de títulos publicados.

En el caso de Brown, «El Código da Vinci» fue la llave que sirvió para abrir la caja de la fama. Publicado en nuestro país el año pasado, constituyó un éxito de ventas sin precedentes en los últimos tiempos. Más de 25 millones de ejemplares vendidos de una obra, – a mi modo de ver -, perfecta y sin fisuras que sirvió para catalogar a Brown como un escritor original y capaz de atraer la atención del lector de una manera más que eficaz.

Cuando todas estas casuísticas confluyen, es cuestión de tiempo que las editoriales, – oliendo la posibilidad de negocio que se avecina -, se lancen con todos los medios a publicar títulos anteriores del autor que pasaron desapercibidos en su momento. Súbitamente, en países ajenos al autor, las traducciones comienzan a sacar humo y se publica la bibliografía completa en orden inverso al momento de concepción de los libros, para que los nuevos apasionados por la obra de Brown puedan disfrutar de ésta en un recorrido paradójicamente inverso.

Yo me encuentro entre ese grupo de personas que ha quedado prendado por la forma de narrar que tiene el escritor estadounidense, y como tal, estoy siendo engullido.

Trataré para ello de no caer en la tentación de desvelar aspectos de la trama que son claves, y cuyo misterio es fundamental mantener en el anonimato si no queremos desvirtuar la calidad y la capacidad de sorpresa que encierran las 600 páginas de las que se compone la obra.

Para aquellos que ya han tenido oportunidad de hojear a Dan Brown, seguramente se habrán percatado de la similitud de sus dos últimos escritos en lo que a temática y avance de la trama se refiere. «Ángeles y Demonios», influenciado seguramente por sus orígenes (padre matemático y madre compositora de música sacra), tanto «El Código da Vinci» como el título anteriormente citado están construidos sobre el pilar que forman un misterioso asesinato inicial y una serie de pruebas lógicas de necesaria resolución para alcanzar el final del entramado, con el estamento de la Iglesia Católica de por medio y con una serie de personajes principales que siempre acaban involucrando a una extraña pareja condenada a entenderse.

Así pues, los padres de Brown le otorgaron a éste una capacidad de confrontar visiones filosóficas tan opuestas de la vida como son las que presentan la religión y la ciencia, hecho que aprovechó perfectamente el autor para construir dos obras paralelas pero distintas que son las que le han dado fama mundial.

Trama

«La Conspiración», escrita por Brown en el 2001 y con el título original de «Deception Point», mantiene alguno de estos aspectos característicos de sus dos últimos libros, pero se separa sustancialmente de éstos en muchos otros. Podría afirmarse que se vislumbra la evolución de un Brown influenciado por autores típicos del género del espionaje y de los entresijos políticos como Forsyth y John LeCarre, hacia aquel que dispondrá de la suficiente confianza y experiencia como para arriesgarse con planteamientos y aseveraciones capaces de generar polémica y foros de discusión sobre los contenidos de sus libros, tal y como lo hizo con «El Código da Vinci», (en adelante ECdV).

Y ya se sabe que la mejor herramienta de promoción siempre es la polémica.

Dan Brown es perfectamente conocedor de ello, y trata que sus libros no dejen indiferente al lector. Mi duda era antes de leer «La Conspiración» si ello podría ser factible con la política como hilo conductor. Con la Iglesia, – un estamento que fundamenta sus enseñanzas bajo un pilar intangible como es la fe -, siempre es mucho más sencillo obtener recursos e historias de las que poder obtener jugo sustancial, para así construir el libro bajo los auspicios del misterio y las discusiones sobre lo posible o lo imposible de lo citado.

Pero la política siempre ha sido una lucha de poderes que generalmente deja indiferente a la mayoría de la opinión pública. Las jugadas sucias intrínsecas a ésta, y la corrupción que acostumbra a acompañarla son algo tan habitual que carecerían de valor añadido en una trama ficticia como la que abordará Brown en su libro.
Por ello, el escritor de Nueva Inglaterra no se ciñe únicamente a una lucha de poderes en su obra, y utiliza sabiamente la fuerza que aporta un descubrimiento científico crucial en la evolución de nuestra sociedad, para desplazar los acontecimientos propios de la política a un segundo plano. De esta forma, la trama cobra un interés enorme que consigue, – como en el resto de sus obras -, atrapar al lector inmediatamente y «obligarlo» a leer la mayoría de páginas posibles antes de dejar el libro por el agotamiento de la jornada.

Estructura

Antes hablaba de los aspectos que siguen repitiéndose en este libro y que son asumidos de igual forma por «ECdV» y «Ángeles y Demonios», en adelante (AyD). El primero de ellos es la estructuración general de la trama. Brown mantiene el criterio de organizar ésta en capítulos extremadamente cortos que oscilan entre las 3 y las 8 páginas como mucho. Cada uno de estos capítulos se centra en las acciones de uno de los personajes que componen la obra, hilvanando una ligazón con los anteriores apartados del libro muy sabia y atrayente. En cada uno de los 133 que estructuran «La Conspiración» siempre pasa algo crucial y relevante. Brown tiene la capacidad de dotar a éstos de un último párrafo revelador que empuja al lector a pasar inmediatamente al siguiente si quiere averiguar las consecuencias de lo recientemente acontecido.

Esta forma de construir un libro ha sido criticada y desvirtuada por algunos sectores de lectores, la gran mayoría supuestos «entendidos» y literatos, argumentando para ello diversas razones. Defienden que es una forma zafia y barata de mostrar no una novela, sino un guión de cine. Es cierto sin duda, que esta forma de estructuración facilita enormemente la posible adaptación de la novela a la gran pantalla, y de hecho, «ECdV» está ya en plena filmación con Tom Hanks como protagonista, pero también es cierto según mi modesta opinión, que con esta mecánica de escritura se consigue facilitar al lector la posibilidad de identificarse con los personajes, con lo que está leyendo y lo que acontece en cada una de las páginas, de forma que la consecuente facilidad de asimilación del texto repercute en un mayor entusiasmo durante su lectura.

A mi, personalmente, me seduce sobremanera esta forma de organizar la trama.

Personajes

El segundo aspecto común con sus posteriores obras, radica en que los personajes principales vuelven a ser un hombre y una mujer necesitados de llegar al final de algo que no es lo que realmente parece.

Rachel Sexton, una empleada de alto rango de la ONR (Oficina Nacional de Reconocimiento de EE.UU.) y Michael Tolland (Oceanógrafo de reconocido prestigio en este país) serán los encargados de conducirnos hasta el final del misterio que encierra un asombroso descubrimiento realizado por la NASA, y que indirectamente afecta a las posibilidades de seguir o alcanzar la Casa Blanca del actual presidente Herney o del senador Segdewick Sexton, padre además de Rachel y cuya relación personal es más que precaria.

Junto a éstos, una serie de personajes cruciales para comprender el alcance de los acontecimientos se irán sucediendo capítulo a capítulo, sin restar eso si, ni un ápice de la supremacía que Rachel y Tolland tienen a lo largo de toda la historia.

Atrapar al lector

El tercer aspecto común al resto de lo por mí leído en lo que a Dan Brown respecta (que ya son tres de sus cuatro obras), es la capacidad que esta historia tiene de nuevo para atrapar el interés del lector. Comparada con «ECdV» o con «AyD» es quizás de una menor calidad en los aspectos que garantizan la sorpresa y la incredulidad, pero la historia que encierra es igualmente plausible, real y dotada de suficiente acción y misterio como para elevar la nota media de la novela hasta prácticamente el notable alto.

Opinión

Por último, no debe olvidarse el paralelismo que existe en estas tres obras respecto a un aspecto curioso, la concreción de los hechos en un lapso temporal relativamente corto y claramente delimitado de poco más de 24 horas. Eso ayuda a que la trama y la acción no se diluya innecesariamente y que el interés por la sucesión repentina de hechos no decaiga, debido a un ensanchamiento con mínima acción de por medio entre acontecimientos relevantes de la historia.

De todas formas, «La Conspiración» supone un alejamiento de Brown de la temática religiosa, un alejamiento que realmente no debe considerarse como tal, si recordamos que este libro antecede a «ECdV» y «AyD».

Se trata fundamentalmente de una obra con un trasfondo moral, que ahonda en las artimañas a las que los dirigentes mundiales son capaces de recurrir por acceder o mantenerse en el poder, con ese ligero tufo de moralina que de todo este tipo de obras puede extraerse. Aún así, la originalidad de la historia radica en la capacidad de Brown para idear un montaje perfectamente orquestado en el camino de obtener estos objetivos, que se construye a partir de un sorprendente descubrimiento científico y que demuestran que la mayor virtud de este escritor es sin duda la imaginación, aspecto éste, que es finalmente el que diferencia los que pueden vivir sobradamente de su capacidad narrativa de aquellos que a duras penan sobreviven.

En «La Conspiración» recibe consejo y asesoramiento entre otros de glaciólogos, oceanógrafos, de la oficina de información de la NASA, y de otras fuentes que son fundamentales para que Brown no caiga en errores de bulto en sus planteamientos científicos que son los condimentos necesarios para un buen resultado final.

Se trata de un libro de unas 600 páginas de comprensión sencilla, cuya lectura puede llevar entre 15 y 20 horas dependiendo de los casos y de la pasión que despierte en el lector.

¡Tres de tres para Brown! Ya veremos lo que depara «Fortaleza digital».

Gracias por la paciencia a quienes hayan llegado hasta el final, y espero que mi opinión haya servido de ayuda a aquellos que busquen próximos títulos para su biblioteca personal.


Notice: Undefined variable: post_id in /home/aadgglv/unlibroaldia/wp-content/themes/generatepress child/content-single.php on line 77

Deja un comentario