«La Galatea» es la primera novela que publicó Miguel de Cervantes, en 1585, en Alcalá de Henares. Está considerada como una novela pastoril y escrita en prosa aunque contiene numerosos poemas, canciones y otras composiciones en verso dentro de su texto.
En un principio afirmo que era tan solo la primera parte y que publicaría más adelante la segunda. Sin embargo, nunca lo cumplió y la obra quedó incompleta. Seguramente el enorme éxito que le supuso su segunda novela, «El Quijote», publicado veinte años más tarde, tuvo mucho que ver en que Cervantes se olvidara de continuar su ópera prima.
Como he comentado, es una novela pastoril, un género que estaba de moda en la segunda mitad del siglo XVI en España, desde que se publicara «La Arcadia» del italiano Sannazaro y la española «Los siete libros de la Diana» de Jorge Montemayor.
Sinopsis
La novela se ambienta en algún lugar más bien ficticio a orillas del Tajo. Cervantes es un poco original y hace que la obra, en vez de ser tan idealista como el género exige, comience con un asesinato. A partir de ahí surge todo. La historia principal es la de Elicio y Erastro: dos pastores enamorados de Galatea, una hermosísima pastora que reúne todas las virtudes de las heroínas de la época: discreción, inteligencia, buen juicio, honestidad y bondad; aunque es feliz en su independencia y no quiere verse sujeta por el yugo amoroso, así que hará sufrir a los dos pastores.
Opinión
A priori parecería que Cervantes quiere mostrarse en público como un gran escritor ya que en esta obra emplea todos los recursos y referencias literarios de la época, sobre todo los relativos a las novelas pastoriles. En esta obra hay magníficas representaciones en verso, a modo de canciones, y una prosa excepcional a modo de narración de las aventuras de Elicio y Erastro.
Por lo tanto la música tiene gran importancia dentro de la obra ya que ambienta numerosos pasajes y en muchas ocasiones es un medio para describir tanto situaciones como a algunos personajes (en el caso de Galatea a la que le cantan sus virtudes) o en el último libro con la descripción de los grandes mitos de la literatura del momento.
La elocuencia de los enamorados hace que nos encontremos grandes retratos propios a modo de presentación de sus virtudes ante Galatea. Así como magníficas explicaciones de las posibilidades con respecto a su amada que tiene cada uno, compitiendo las más de las veces aunque sin desarrollar grandes tragedias entre ellos aunque sí buenos duelos dialécticos.
Concluyendo, en esta obra vamos a encontrar interesantes historias y hermosos poemas intercalados dentro de una trama principal. A todos estos, relacionados con la base del libro que es el amor, tenemos que añadir el «Canto de Caliope», en el libro VI, en el que Cervantes aprovecha la aparición de la musa de la poesía para mostrarnos un poema en el que elogia a todos los grandes poetas de aquella época por lo que nombra y alaba, por ejemplo, a Góngora, Lope de Vega, Alonso de Ercilla, Fray Luis de León, y muchos más.
Es este, al fin, un libro clásico, el primer Cervantes, en el que nos vamos a encontrar referencias que luego veremos en El Quijote y otras de sus obras y con el que disfrutaremos de la facilidad del genio para describir cualquier tipo de situación con sus toques irónicos y con un grado de bucolismo, muy típico de la época, que nos hará disfrutar a la par de que conoceremos en profundidad la novela pastoril en solo una obra.
