Ya os habéis enterado, leo los libros de Harry Potter… todos, desde el primero, hasta el último, que compré la semana pasada, el día que salió a la venta y he leído este fin de semana. De las películas ya no soy tan fan, pierden muchísimo (como es habitual), no son ni la mitad de emocionantes que los libros. Así que no podía pasar sin escribir un poco sobre ¿el último? libro de la saga Harry Potter.
Sobre la autora no me voy a extender mucho porque es de sobra conocida, la británica J. K. Rowling, una de las mujeres más ricas de su país (aparece incluso en la lista Forbes de los milmillonarios). Recibió en 2003 el premio Príncipe de Asturias de la Concordia y dona parte de sus ganancias como escritora a diferentes ONGs, algunas relacionadas con la esclerosis múltiple. Además de la saga de Harry Potter ha escrito un par de novelas que no se publicaron y libros relacionados con la historia del mago, sobre el quidditch (el deporte de moda entre los magos), animales fantásticos y cuentos infantiles.
Los siete libros de la saga son los siguientes:
- Harry Potter y la piedra filosofal
- Harry Potter y la cámara secreta
- Harry Potter y el prisionero de Azkaban
- Harry Potter y el cáliz de fuego
- Harry Potter y la Orden del Fénix
- Harry Potter y el misterio del príncipe
- Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
Comenzaron a publicarse en 1997 y supuestamente los siguientes aparecerían cada año pero en 2000 hubo un parón debido a una demanda de plagio que finalmente gano Rowling. En cada libro se narran las aventuras de Potter y sus amigos durante un curso en el colegio Hogwarts, desde los once años de Harry, cuando descubre que es mago, hasta los 17, su mayoría de edad. Realmente, en el último libro, Harry y compañía no estudian en Hogwarts, pero el colegio seguirá teniendo una gran importancia en la historia y será escenario del final del libro.
Contenido de la reseña
Y vamos ya con Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Los datos técnicos en primer lugar:
- Título original: Harry Potter and the Deathly Hallows
- Editorial: Salamandra
- Año de edición en inglés: 2007 (21 de diciembre)
- Año de edición en castellano: 2008 (21 de febrero)
- Número de páginas: 636
Argumento
Harry Potter está a punto de cumplir 17 años, la mayoría de edad para los magos. Pero es el momento en el que, además de poder practicar la magia sin ser controlado por el Ministerio, va a perder la protección que le inoculó su madre, Lily, cuando lo protegió de la muerte en el ataque de Voldemort.
Harry no puede volver a Hogwarts para completar sus estudios, su vida y la de todos los que le rodean y apoyan está en grave peligro. Además, debe encargarse de la misión que le encomendó el director Dumbledore antes de morir, encontrar y aniquilar los Horrocruxes que aún quedan de los 7 en los que Voldemort encerró un trozo de su alma. Los Horrocruxes les llevarán también tras la pista de tres objetos mágicos, que más parecen una leyenda que una realidad y en los que casi nadie cree, las Reliquias de la Muerte: la Capa de Invisibilidad, la Varita de Saúco y la Piedra de la Resurrección. Llevar a cabo la misión no será fácil ya que Voldemort tiene el control del Ministerio, de «El Profeta» y siembra el terror entre los muggles y los sangre sucia a través de sus mortífagos y de los terribles dementotes. En Hogwarts las cosas tampoco están mejor, ya que Severus Snape se ha convertido en director y hay varios mortífagos impartiendo clases.
Harry, Ron, Hermione y sus aliados de la Orden del Fénix, así como todos aquellos que están de su parte y defienden a los sangre sucia, son perseguidos por los secuaces de Voldemort, por lo que se convierten en fugitivos y vagan de un lado a otro intentando seguir vivos y dedicándose a su delicada misión. Por su parte, Voldemort tiene también algo que encontrar, con lo que, según cree, conseguirá derrotar al odiado niño que ya pudo con él en una ocasión.
Y hasta aquí puedo contar. Creo que si sigo me arriesgo a destriparos el libro y seguro que a los que aún no lo han leído pero piensan hacerlo no les haría mucha gracia. Voy a intentar contaros lo que me ha parecido sin quitarle la intriga.
En este último libro la historia se cierra. Los misterios se desvelan. Finalmente sabemos quienes son de verdad los buenos, los que apoyan a Harry, y quienes los malos, los que se ponen de lado de Voldemort. Y es que en los libros anteriores se nos ha hecho dudar mucho. Aquí se descubre todo. Todas las historias de las que conocemos alguna parte por los libros anteriores terminan aquí: la propia historia de Harry y sus padres, James y Lily, la de Ryddle, la desconocida vida pasada de Dumbledore y Snape, los amoríos de Harry y sus amigos, etc.
Es algo que me llama la atención por lo bien hilado que está, todas esas historias que llevamos desgranando desde el primer libro, tienen su fin aquí, ningún cabo queda suelto (parece), todo está interconectado y nos explicamos por fin muchas de las cosas que suceden en los libros anteriores, ya que hay referencias a todos ellos. Rowling demuestra aquí una gran maestría al manejar los datos que ha ido ofreciendo en los libros anteriores y cerrar la historia de modo que no nos quedamos con esa sensación de ¿y qué pasó con este personaje? ¿porqué sucedió aquello?.
¿Cómo evoluciona la saga?
La historia ha evolucionado mucho, como sus personajes, se nota el paso de los años. En los primeros libros nos encontramos con las aventuras de unos críos, con una amenaza más bien intangible y con misterios y aventuras que, aunque dejan entrever la mano negra del Señor Tenebroso, son casi juegos de niños. En los últimos libros vemos que el peligro se ha personificado, los niños ya son casi adultos y sus aventuras son más peligrosas, se van acercando por fin a la batalla final con Voldemort, que de amenaza intangible ya tiene poco.
La violencia se acusa cada vez más según avanza la saga y, mientras que los primeros libros podrían leerse desde una edad bastante temprana, los últimos creo que están pensados para niños o adolescentes más mayores. Quizás los que leyeron hace unos años las primeras aventuras de Harry. Bueno, y para mayores como yo.
Esto es algo que pondría como nota negativa del libro, la cantidad de muertes que hay en el libro, con diferencia es el libro más «mortífero» de los siete. Rowling ya anunció hacia la mitad de la saga que moriría algún personaje principal. Yo creo que ahí echo un órdago, pero me callo que sino puedo meter la pata. Hay muertes, eso puedo decir, muchas y algunas muy sorprendentes.
Los giros que da el argumento son muy buenos, cuando crees que va a suceder algo bueno, de repente se convierte en una situación de mucho peligro, y la intriga se mantiene durante varios capítulos más. A mi eso me gusta, cuando la historia que cuenta un libro se hace previsible, normalmente me aburre, y con las Reliquias de la Muerte no me he aburrido nada. Incluso las páginas finales, cuando la batalla está en pleno apogeo, nos deparan sorpresas y giros que nos mantienen pegados al libro.
Quizás se echa de menos en el libro a los profesores, aunque también tienen su papel y hacen aparición, pero la historia ya no sucede durante gran parte del tiempo en el colegio, como en los primeros libros, sino que se recorren los escenarios que han ido surgiendo en los libros anteriores. Destaca mucho por eso, por la cantidad de escenarios que tiene la trama, en todos suceden cosas importantes y hay pocos en los que se puede decir que ocurran cosas secundarias; por mencionar los que menos atraen y donde menos acción hay, están los bosques y campos en los que Harry, Hermione y Ron van acampando en su huída de Voldemort y en la planificación del siguiente paso en busca de los Horrocruxes.
También es, en esas partes de la historia en las que los tres amigos acampan y huyen, cuando la historia flojea más, centrándose en el aspecto más sentimental, más de las relaciones entre los personajes, y tratando temas que son menos atractivos desde el punto de vista de la acción pero que aportan mucho jugo a los personajes, como son la relación de Ron y Hermione, las dudas de Harry sobre sus amigos y sobre él mismo, la madurez que están alcanzando todos y los rasgos infantiles que aún conservan, el enfrentamiento interior de Harry en temas tan importantes como la amistad (con sus dos amigos y con Dumbledore) y la muerte (la de sus padres, la de sus amigos y conocidos, y la suya propia o la de Voldemort).
Estas dos ideas parece que son las que vertebran el libro, algo que la propia autora nos adelanta en las citas que incorpora en el principio del libro, tras la dedicatoria (que incluye al lector seguidor de la saga): un fragmento de la tragedia griega de Esquilo «Las coéforas» y otro de la obra de un desconocido (al menos para mi) autor americano, William Penn.
Mi opinión
Para ir terminando y no ser pesada con lo bueno y lo malo del libro, ya que a fin de cuentas lo importante es la historia y eso no quiero desvelarlo, os diré que me ha parecido uno de los libros más maduros de la saga, también de los más oscuros. Es normal, es el fin de la historia, en principio, y hay una gran batalla, así que no lo veo ni como pro ni como contra. Es, simplemente, como tiene que ser.
Los seguidores de Harry Potter no pueden perderse este libro, totalmente recomendable. Si no has seguido la saga no debes cometer el error de leer este último libro. Así que si os gusta el tema y no habéis leído nada de Rowling (puede darse el caso, aunque es difícil, jeje) iros ahora mismo a por La piedra filosofal y leed el resto de la saga hasta llegar aquí. ¡No lo hagáis de otra manera!
Particularmente, me ha gustado mucho la evolución de los libros, de la historia, de los personajes y del modo de contarla. Me pregunto, sin embargo, cómo harán para llevarla al cine sin producir miedo a los niños con algunas escenas. Esto es algo que me choca mucho (de ahí que hablara de las edades para leer los libros) ya que, una temporada que cuidé a tres hermanos, coincidió con el estreno de una de las películas. Uno de los niños leía los libros y sin embargo pasó miedo con la película. Supongo que con este libro, cuando se lleve al cine, les pasará lo mismo a otros niños, especialmente si se mantienen escenas como las relacionadas con Nagini, la serpiente de Voldemort, y alguna otra de muertes y heridas bastante desagradables, así como una visión de Harry en la estación de King’s Cross.
Y el final, 19 años después de la batalla final… para mi ha sido un final abierto, esas dos últimas frases (que, por supuesto, no reproduzco aquí) me dan a entender que sí puede haber cosas de las que preocuparse. La historia, desde mi punto de vista, puede continuar, hay un relevo de personajes con los que Rowling puede mantenernos intrigados en otra tanda, quizás no tan extensa, de libros. Pero, por ahora, mejor vamos a descansar una temporada de Harry Potter.
