Esmeralda, Rubi 3

Se acerca el momento decisivo para Gwendolyn y Gideon. Pronto se embarcarán en una importante misión de la que depende el futuro de ambos, pero sobre todo el de Gwen. Aún hay muchas preguntas sin resolver acerca del misterio del cronógrafo y de los viajeros en el tiempo. ¿Cuál es el papel del Rubí, de Gwen, en todo esto? Para resolverlo, suerte que cuenta con su mejor amiga Lesly, aficionada a los acertijos. Pronto todas las preguntas tendrán una respuesta, y Gwen descubrirá todo lo que tiene que saber sobre sus orígenes y naturaleza, aunque no todas las respuestas sean del todo agradables.

Autora

Kerstin Gier es una escritora alemana, nacida en el año 1966 que tiene más de una docena de novelas publicadas, pero con las que realmente alcanzó la fama mundial, siendo traducidas al inglés y castellano entre otros idiomas es con la trilogía rubí, que se terminó de publicar en Alemania en el año 2010.

Trilogía

  1. Rubí
  2. Zafiro
  3. Esmeralda

Personajes

  • Gwendolyn Sephard: o Gwen/ Gwendy como la llaman sus amigos, es la última viajera en el tiempo. Su piedra es el rubí y es una pieza clave en la historia de los viajeros en el tiempo. Por fin se descubrirá toda la verdad acerca de su nacimiento y su don.
  • Gideon: es el culpable de los quebraderos de cabeza de Gwen. También un viajero en el tiempo, cuya piedra es el diamante, actúa de forma extraña, mostrándose a veces amable y cordial con Gwen y otras todo lo contrario.
  • Xemerius: es un daimon, una gárgola que acompaña a Gwen en todo momento, y que tiene comentarios de lo más ocurrentes. Solo ella puede verla y oírla, y nadie más conoce su existencia.
  • Charlotte: prima de Gwen, la chica que pretende ser perfecta. Ambas no se llevan muy bien, y es que Charlotte no puede soportar el hecho de no ser ella la viajera en el tiempo. Toda su vida se había preparado para tal acontecimiento, pero al final resultó que no iba a ser ella, sino Gwen a la que correspondía el símbolo del rubí.
  • Lucy y Paul: viajeros en el tiempo, que viven en una época pasada, a los que Gideon y Gwen irán a visitar en más de una ocasión.

Opinión

En la opinión de «rubí» comentaba que los personajes no me habían parecido gran cosa, que me parecieron muy típicos. Pues como no podía ser de otro modo, a mi parecer no cambia la cosa en esta última entrega, pero tengo que destacar un personaje que me encanta, y que sí me parece más original que el resto, que le da un poco de vida a la novela, y no podía ser otro más que Xemerius.

Respecto a la historia, comparte con las anteriores entregas que engancha muchísimo y se lee de forma muy rápida y fácil. Pero hay algo que me gustaría destacar de ella, y es que por fin, a diferencia de «zafiro», para mi gusto, empiezan a pasar cosas importantes. Por fin se va desenlazando toda la historia, formando ya un todo con su principio y fin y sin ningún cabo suelto. Aunque los encuentros de Gwendolyn y Gideon con sus dobles me parecen un poco cogidos por los pelos. En ambas ocasiones se busca la forma de cerrar un acontecimiento y queda un poco flojo a mi parecer.

Os puedo hablar del encuentro de Gwendolyn consigo misma sin desvelar nada importante, ya que este encuentro lo encontraremos en «Rubí», aunque desde la perspectiva de la Gwendolyn que se esconde tras las cortinas. Es su primer salto en el tiempo y no sabe donde se encuentra ni qué es lo que está pasando, ni mucho menos quién es esa chica igual que ella pero con un atuendo distinto al de su época.

La Gwendolyn de época distrae a su acompañante para que la Gwendolyn confundida se vaya sin dejar rastro. Pero… ¿por qué? Si ambos saben que esto puede pasar, y que se pueden encontrar con sus respectivos «yos» en otras épocas. No hay ningún problema al respecto, pero claro, hay una razón para que la Gwendolyn de época actuara así, y no es otra que continuar la historia de forma más fácil. Al encuentro con Gideon consigo mismo le encuentro un sentido parecido, y es para aportarle un toque de misterio e intriga a la trama, que al final se resuelve de mala manera. No quiero desvelar nada importante de la trama, por ello quizá al leerlo así no entendáis muy bien a qué me refiero, pero si os lo encontráis en el libro seguro que vais a entenderme a la perfección.

Me encantó la forma de transcurrir de toda la trama. Echo mucho de menos en muchísimas novelas el seguir con la historia una vez que lo más importante pasa. Es decir: muchas veces nos encontramos con un desenlace lleno de acción, en el que los personajes cuyos romances estaban pendiendo de un hilo se consolidan por fin, pero todo se termina ahí. No nos dan la opción de continuar un poco más y ver como se desarrollan los acontecimientos después de eso. Se me vienen a la cabeza por ejemplo las novelas de Higgins Clark, y otra saga juvenil, «Cazadores de Sombras». En esta novela me encanta el hecho de que la parte en la que hay más acción, en la que ocurren los acontecimientos decisivos que hacen que ya casi termine todo están lejos del final. Así podemos seguir con los personajes en sus momentos posteriores y ver precisamente lo que antes comentaba: qué es lo que piensan, como siguen sus vidas después de esos hechos cruciales y como continúan las relaciones personales entre ellos, a la vez que se sigue hilando la historia y atando los cabos sueltos que fueron quedando.

Me gustó mucho esta última entrega, de hecho fue la que más me gustó de las tres. «Rubí» peca un poco de introductoria, con acción y acontecimientos, pero trascurriendo todo en muy poquitos días y sin dejarnos conocer del todo a los personajes y el fondo de la historia. «Zafiro» a mi al menos fue la que más ligera me pareció en cuanto a contenido. Es muy entretenida y se lee del tirón, nos permite seguir conociendo a los personajes, pero la historia poco avanza.

En «Esmeralda» ya sí que se le pone el broche final a una historia que si bien creo que no daba tanto de si como para hacer una trilogía, al final se ha conseguido salvar con éxito. Probablemente si no estuviera tan de moda hacer trilogías y sagas con cualquier historia, esta podría estar contenida en un solo volumen, con un buen número de páginas al que le eliminaría muchas escenas de «Zafiro, entretenidas pero innecesarias si nos ponemos a resumir. Hay que reconocerle a la autora el hecho de haber podido hacer tres libros con una historia que a priori no parece que dé de si para una trilogía, y hacerlos bien, entretenidos de principio a fin y sin un solo momento de monotonía.

Conclusión

Solo me queda recomendárosla. Es una trilogía apta para cualquier edad, que se lee del tirón y que resulta de lo más entretenida y adictiva. Una historia diferente que nada tiene que ver con los ángeles y vampiros tan de moda en la literatura juvenil actual.

¡Muchas gracias!

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