Esta mañana, que se ha levantado gris por lo menos aquí en Barcelona, he acabado de leer «El húsar» el primer libro de Perez-Reverte. Llevaba años detrás de esta novela, sabía que existía una novela de Perez-Reverte referente a un húsar en España durante la Guerra de Independencia y tenía muchas ganas de leerla. No me ha defraudado en absoluto.
El tema de la caballería ligera y los húsares me ha interesado desde hace muchos años. Recuerdo desde mi tierna infancia películas de aquellas en blanco y negro como «La carga de la brigada ligera» o «Murieron con las botas puestas» donde Erol Flint conseguía «la gloria» a lomos de un caballo.
Recuerdo también el primer libro que leí de Perez-Reverte, también ambientado en las guerras napoleónicas, «La sombra del Águila» donde un grupo de Infantes españoles fueron enrolados a la fuerza el ejercito del Emperador. Narrada en tono jocoso (la verdad es que no paras de reír en casi toda la novela) deja entrever la crudeza de la guerra.
El húsar sin embargo no tiene ninguna intención de hacernos reír. Esta novela narra las experiencias en la guerra de Independencia Española de un joven Subteniente del 4º de Húsares llamado Frederic Glüntzs. Este oficial del ejercito de Napoleón es un hombre liberal, de la nueva hornada de oficiales Imperiales, que irrumpe en una España Católica y apostólica que no se deja dominar por el invasor francés.
Cuando el subteniente llega a España ya han acontecido los incidentes del 2 de mayo y la nación esta en armas contra la opresión gala. Los campesinos y los guerrilleros dan buena cuenta de los franceses que quedan aislados.
El grupo de húsares donde se centra la novela esta destinado en Andalucía, en Cordoba. Y se trata de un grupo compuesto entre antiguos veteranos que conocen a la perfección los rituales de la guerra y oficiales de familias bienestantes que no tienen demasiada experiencia. Los húsares eran soldados pomposos que vestían a la manera húngara (ya que el termino y el concepto de húsar provienen de este país centro europeo), que montaban a caballo y que no les gustaba relacionarse con otros cuerpos del ejercito por considerarlos inferiores. Eran, en realidad, la elite de las tropas napoleónicas (y las de otros países). Pomposos, elegantes y crueles a la hora de entrar en combate, nunca daban cuartel.
La novela finaliza con una batalla en los campos andaluces y como toda la guerra en general no fue muy bien para los franceses. El joven Frederic de 19 años que creía en la gloria de una batalla acaba detestando la guerra y todo lo que ello con lleva en su primera batalla. Entre la pomposidad y la caballerosidad francesa Frederic descubre la crudeza de la guerra, que le hace tocar de nuevo con los pies en la tierra.
Es una novela fácil de leer que os enganchará desde la primera hoja, sobretodo si os gusta la novela histórica. No puedo hacer otra cosa que recomendárosla fervientemente.
